E D I F I C A R, por Cristo, con Él y en Él,
una Comunidad Cristiana unida que acoja y acompañe,
desde el Evangelio, y sea casa abierta para los que nos rodean.
Edificar supone construir haciendo visible nuestra Iglesia en medio de nuestros vecinos indicando así que formamos parte de la ciudad de Requena como un hogar más, como la “Casa” abierta dónde todos tengan cabida, a la que se entra para llenarse de Dios para salir después a compartirlo con nuestros vecinos, transformando así nuestra sociedad en el Reino de Dios para que a su vez otros se acerquen a Él. ¡Una hermosa misión!
Estos tiempos que vivimos, tiempos en que se nos invita a un nuevo ardor evangelizador, exigen de nosotros una nueva adaptación, que nos lleva a revisar nuestra vida comunitaria con el deseo de dar nuevas respuestas para ser así manantial y cauce del Amor y la Misericordia de Dios.
Estamos, pues, en un tiempo oportuno, un “Kairós” esperanzador para nuestra Comunidad cristiana, ha llegado el momento para una conversión personal y una renovación eficaz de la pastoral de nuestra Comunidad. Porque cuando experimentamos las mayores dificultades nos encontramos también ante las mejores posibilidades para la evangelización. Así nos lo indica el Papa Francisco cuando en la Evangelii Gaudium nos habla de cómo tienen que ser las Parroquias hoy:
26. La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad. Aunque ciertamente no es la única institución evangelizadora, si es capaz de reformarse y adaptarse continuamente, seguirá siendo «la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas». Esto supone que realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. La parroquia es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración. A través de todas sus actividades, la parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización. Es comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero. Pero tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y renovación de las parroquias todavía no ha dado suficientes frutos en orden a que estén todavía más cerca de la gente, que sean ámbitos de viva comunión y participación, y se orienten completamente a la misión. 27. Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad. 28. (…) Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una «simple administración». Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un «estado permanente de misión». |
NUESTRO LEMA
En Colosenses 2, 6-7 leemos: “Por tanto, ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proceded unidos a Él, arraigados y edificados en Él, afianzados en la fe que os enseñaron y rebosando agradecimiento”
“Edificados en Cristo”
NUESTRO LOGOTIPO
La Parroquia, una casa entre otras casas, pero coronada por la Cruz que coloca la grúa como culminación de esta obra, nuestra identidad, pero también nuestro punto de partida, pues como nos dice el Salmo 127: “Si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles” y en el evangelio de Juan nos dice el Señor: “Sin mí nada podéis hacer”.
NUESTRA ORACIÓN
Dios de nuestros padres,
guíanos en la fe, en la esperanza y en la caridad,
y abre nuestro corazón para amarte a ti,
y en ti, a todos nuestros hermanos.
Señor Jesucristo, tú que eres la roca firme,
haz que nuestra Comunidad Parroquial
edificada en ti sea casa abierta
dónde todos se sientan acogidos, amados
y alentados a vivir la alegría de la Fe.
Espíritu Santo, defensor y guía, haz que nuestro Proyecto de Edificación Pastoral
nos ayude a profundizar en el Evangelio de la vida
para poder colaborar en la educación
de nuestros niños y jóvenes,
en la santificación de las familias
y en el reconocimiento de la vida de nuestros mayores.
Trinidad Santa, a ti, con plena confianza
en la amorosa protección de María,
Madre nuestra y Madre de Dolores,
todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.